lunes, 27 de febrero de 2012

177 años de guerra: Móstoles declara la guerra a Francia

Escudo de Móstoles.

El dos de mayo de 1808 multitud de madrileños se reunieron en las cercanías del Palacio Real de Madrid, ocupado por tropas napoleónicas.

Cuando los franceses procedían a introducir al infante Francisco en un coche de caballos para trasladarlo a Francia, el gentío que allí se encontraba comenzó a gritar la famosa frase “¡QUE NOS LOS LLEVAN!”. Fue entonces cuando los madrileños allí presentes se lanzaron contra la columna francesa, en un intento de evitar lo inevitable. En aquel preciso instante se comenzó a derramar la sangre de los primeros mártires de la guerra, los soldados franceses dispararon sin piedad contra los civiles que se lanzaron a los coches.

Más tarde, Andrés Torrejón y Simón Hernández, alcaldes de la ciudad de Móstoles publicaron un bando municipal que decía tal que así:

Imagen del bando original.
"Es notorio que los franceses apostados a las cercanías de Madrid y dentro de la Corte, han tomado la defensa sobre este pueblo capital, y las tropas españolas; pro manera, que en Madrid está corriendo a esas horas mucha sangre; como Españoles es necesario que muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que, socolor de la amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la Augusta persona del Rey; procedamos pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los Españoles lo son".

De esta forma la localidad de Móstoles declaraba la guerra al invasor francés, un pueblo que inició la movilización de todo un país.

Y esta “declaración de guerra” podríamos decir que se ha mantenido hasta 1985, cuando el ayuntamiento de Móstoles firmó la paz con el “enemigo”, en un acto al que acudió el embajador francés.

jueves, 23 de febrero de 2012

Homenaje en Afganistán

En agosto de 2010 los efectivos españoles desplegados en la base afgana de Qala-e-now recibieron un duro golpe. Un talibán, que llevaba cinco meses infiltrado en la base como conductor del capitán jefe de la policía en la capital de Badghis, disparó con un fusil de asalto al capitán de la Guardia Civil José María Galera y al alférez Abraham Leoncio Bravo, que se encontraban dando una clase a un grupo de policías afganos. Ambos Guardias Civiles y un intérprete resultaron muertos.

El terrorista talibán fue abatido por militares españoles, algo que desató incidentes en la ciudad, incluido un amago de asalto a la base por parte de la población en un intento de recuperar el cadáver del autor de los disparos.

Días más tarde del atentado llegó a mi dirección de correo electrónico una imagen. Una fotografía de mala calidad, poca resolución y tomada de noche.


La historia de la fotografía se refleja en el siguiente escrito, que no es de mi autoría, y que acompañaba a la imagen en el correo:
  
Es solo una imagen, de poca calidad pero con mucho significado. Además de querer compartirla espero, que de alguna forma, os reconforte. Esta mañana el pequeño grupo de Guardias Civiles destacados en Mazar e Sharif (Afganistán) decidió pedir permiso para cambiar la bandera de EEUU que habitualmente ondea en nuestra base e izar la española a media asta en señal de duelo por nuestros compañeros. El Jefe de la Base accedió un poco extrañado, pues era la primera vez que esto ocurría.
 
Al anochecer ibamos a formar los cinco para arriarla y rendir una pequeña oración. De pronto, de forma voluntaria se nos unió el contingente francés al completo (izquierda), luego los US Marines (fondo derecha), los polacos y los holandeses (fondo). También nos acompañó, aunque no se ve en la foto, personal civil de Dyncorp (american contractor). 
 
Desde que empezó el año desgraciadamente hay que contar centenares de víctimas de todas las nacionalidades. Sin embargo, este ha sido el primer homenaje que se ha rendido en esta Base. No hubo corneta ni himnos, no hubo orden previa ni ensayos, tampoco prensa o autoridades. Solo unas palabras sentidas que a duras penas fueron pronunciadas en su memoria, seguidas de un silencio desgarrador mientras se arriaba nuestra bandera.


Jose Maria, Leoncio... ¡¡VA POR VOSOTROS!! ¡¡Viva España y Viva la Guardia Civil!!

Contingente Guardia Civil (Mazar e Sharif).

lunes, 20 de febrero de 2012

Los recolectores de cerezas

En 1811, durante la Guerra de Independencia española, un grupo de soldados ingleses (que como ya sabéis participaron en el conflicto en contra de la ocupación francesa) del 11º Regimiento de Dragones que se encontraban en la localidad de San Martín de Trevejo (Cáceres) detuvieron su marcha para recoger cerezas.

Al estar entretenidos con su tarea recolectora no advirtieron la llegada de las tropas napoleónicas, les pillaron desprevenidos y fueron apresados.

Desde entonces esta unidad británica es conocida como The Cherry Pickers, los recolectores de cerezas.

Fuente: Curistoria.

jueves, 16 de febrero de 2012

Madrid, capital de Armenia

León V de Armenia y I de Madrid

Mapa de 1355 en el que se puede observar la situación de
Armenia (territorio verdiblanco en la parte superior derecha.
En 1375 los mamelucos egipcios conquistaron el reino cruzado de Armenia (región de Cilicia, al sur de la actual Turquía), último reino cristiano en Oriente. El rey León V de Armenia es apresado y trasladado a El Cairo.

El rey Juan I de Castilla negocia su liberación y paga el rescate. Al haber perdido su reino, Juan I le otorga el señorío de Madrid (la capital del reino era Burgos), además de Villa Real (actual Ciudad Real) y Andújar (Jaén), convirtiéndose el rey armeno en 1383 en León I, señor de Madrid. La concesión le fue otorgada sin posibilidad de ser heredada.

Las tres villas pertenecieron a León V de Armenia hasta 1391, cuando Enrique III de Castilla (hijo y sucesor de Juan I) ordenó su incorporación de nuevo al Reino de Castilla.

Así que de 1383 a 1391 Madrid fue la capital de Armenia, y León V de Armenia fue el primer señor de Madrid, hasta su muerte en 1393, sin lograr recuperar su reino.

Tumba de León V en Saint Dennis, París (Francia).

miércoles, 15 de febrero de 2012

Premio "Blog Creativo"

La guarida de Viriato ha sido galardonada (y van tres) con el premio "Blog Creativo".

El premio me llega desde la bitácora amiga "La de ojos glaucos" y reconoce la creatividad de este nuestro blog.

Se me pregunta si me considero creativo. La verdad es que un mínimo de creatividad hay que tener para crear cualquier página en la red así que voy a responder afirmativamente.

Como es habitual con estas distinciones debo compartirlo con otros blogs. Así que nombraré algunos de los que más visito:






Desde aquí mi agradecimiento a C. G. Aparicio, autora de "La de ojos glaucos".

lunes, 13 de febrero de 2012

Los Almogávares y la conquista de Grecia

Escudo del Reino
de Aragón.

Los Almogávares fueron los hombres que integraron una unidad de élite entre los siglos XIII y XIV, en principio, al servicio de la Corona de Aragón, combatiendo a los musulmanes del sur de la península y a los otomanos. Y digo al principio porque con el tiempo se convirtieron en mercenarios, formando la Compañía Catalana de Oriente, fundada por Roger de Flor (caballero templario), y no faltándoles el trabajo debido a su efectividad.

Eran tropas de choque, pura infantería ligera. Combatían a pie, no usaban armaduras y empleaban armas ligeras. Su aspecto era sucio y desaliñado, por lo que hoy en día en países como Grecia y Albania la palabra “catalán” es sinónimo de feo y guarro.

Representación de un
Almogávar golpeando el
arma contra una piedra.
La imagen de estos soldados con pelo y barba larga, sucios y embrutecidos, golpeando sus armas contra piedras de fuego (que siempre solían llevar consigo) de las que saltaban chispas, y profiriendo su grito de guerra "Aur, aur... desperta ferro" (escucha, escucha... despierta el hierro) causaban pánico entre sus enemigos en los momentos previos al combate.

Los Almogàvers (nombre original, en catalán) provenían, en un principio, de los pirineos aragoneses, pero acabaron integrándose hombres de todas partes del reino y hasta de otros lugares de la península, sobre todo de clase baja. Su idioma era el catalán (aunque también empleaban el aragonés).

No voy a extenderme con las batallas en las que tomaron parte (así tengo material para muchas más cápsulas, ejem…) pero en 1310, en su faceta de mercenarios, fueron contratados por el entonces duque de Atenas Gutierre V de Brienne para luchar contra Tesalia. Los Almogávares vencieron pero no cobraron sus salarios, por lo que en 1331 lucharon contra las tropas del propio conde de Brienne en la conocida como Batalla de Cefis, en la que 3.500 almogávares (a los que habría que restar los turcos que luchaban a su lado y que huyeron antes de comenzar el combate) vencieron de forma ingeniosa a 15.000 soldados francos (que dominaban entonces el ducado griego). Los soldados aragoneses inundaron el campo de batalla utilizando las aguas del cercano río Cefis por lo que la caballería franca no pudo cargar contra ellos, quedando sepultada en el fango, permitiendo a los ligeros Almogávares eliminarlos con facilidad. Declararon soberano de Atenas y de Tebas al rey Federico II de Sicilia, integrándose en la Corona de Aragón. (El título de Duque de Atenas pertenece hoy en día al Rey de España.)

Mapa en el que figura el camino de los Almogávares.

Y como no hay nadie que cuente la historia como el Gran Reverte, aquí os expongo un artículo en el que cuenta brevemente la historia de esta terrible pero efectiva unidad militar y la famosa "venganza catalana" por el asesinato planificado de su comandante Roger de Flor:

UNA DE ALMOGÁVARES

De ese centenario se ha hablado poco, pues nadie puede hacerse fotos a su costa. Hace setecientos años justos, además de salvar el imperio bizantino del avance turco, los almogávares arrasaron Grecia. Fue un episodio sólo comparable a la conquista de América por bandas de aventureros sin nada que perder salvo el pellejo -que se cotizaba a la baja- y con todo por ganar si salían vivos. Pero en esta España donde los libros escolares no los determina la memoria, sino el pesebre donde trinca tanto sinvergüenza periférico y central, esas historias han sido eliminadas, o manipuladas en beneficio de los golfos que organizan el negocio en plazos de cuatro años: los que van de una urna a otra. El resto importa un carajo. De los almogávares, como de lo demás, no se acuerda casi nadie. Eran políticamente incorrectos.

Madrugando el siglo XIV, el emperador de Bizancio pidió ayuda para frenar el avance de los turcos, y la corona de Aragón envió sus temibles Compañías Catalanas. Lo hizo para quitárselas de encima. Estaban integradas por almogávares: mercenarios endurecidos en las guerras de la Reconquista y en el sur de Italia. Sus oficiales, de mayoría catalana, eran también aragoneses, navarros, valencianos y mallorquines. En cuanto a la tropa, el núcleo principal procedía de las montañas de Aragón y Cataluña; pero las relaciones mencionan apellidos de Granada, Navarra, Asturias y Galicia. Feroces y rápidos, armados con equipo ligero, combatían a pie en orden abierto, con extrema crueldad, y entraban en combate bajo la señera cuatribarrada de Aragón. Sus gritos de guerra eran Aragón, Aragón, y el terrible, legendario, Desperta, ferro.

Dibujo en el que podemos distinguir las armas
ligeras usadas por los Almogávares.
La historia es larga, tremenda, difícil de resumir. Seis mil quinientos almogávares recién desembarcados en Grecia destrozaron a fuerzas turcas muy superiores, matando en la primera batalla a trece mil enemigos, sin dejar con vida -eran tiempos ajenos al talante, al buen rollito y al diálogo entre civilizaciones- a ningún varón mayor de diez años. En la segunda vuelta, de veinte mil turcos sólo escaparon mil quinientos. Y, tras escaramuzas menores, en una tercera escabechina los almogávares se cepillaron a dieciocho mil más. Eran letales como guadañas. Además, entre batalla y batalla -españoles a fin de cuentas- pasaban el rato apuñalándose entre sí por disputas internas, o despachando a terceros en plan chulito, como los tres mil genoveses a los que por un quítame allá esas pajas acuchillaron en Constantinopla, durante una especie de botellón que terminó como el rosario de la aurora.

A esas alturas, claro, el emperador Andrónico II se preguntaba, con los huevos por corbata, si había hecho bien contratando a semejantes bestias. Así que su hijo Miguel invitó a cenar a Roger de Flor, que era el jefe, y a los postres hizo que mercenarios alanos los degollaran a él y a un centenar largo de oficiales. Fue el 4 de abril de 1305. Después de aquello los griegos creyeron que la tropa almogávar, sin jefes, pediría cuartel. Pero eso era desconocer al personal. Cuando apareció el inmenso ejército bizantino para someterlos, aquellos matarifes oyeron misa y comulgaron. Luego gritaron: Desperta ferro, Aragón, Aragón, y se lanzaron contra el enemigo, pasándose por la piedra a veintiséis mil bizantinos en un abrir y cerrar de ojos. Lo cuenta Ramón Muntaner, que estuvo allí: no se alzaba mano para herir que no diera en carne.

No quedó sólo en eso. Enterados los almogávares de que nueve mil mercenarios alanos -los que aliñaron a Roger de Flor- volvían a su tierra licenciados y con familia, les salieron al paso, hicieron picadillo a ocho mil setecientos y se quedaron con sus mujeres. Después, durante una larga temporada y pese a estar rodeados de enemigos, se pasearon por Grecia saqueando y arrasando, por la patilla, cuanto se les puso por delante. Fue la famosa venganza catalana. Y cuando no quedó nada por robar o quemar, fundaron los ducados de Atenas y Neopatría: estados catalano-aragoneses leales al rey de Aragón, que aguantaron durante tres generaciones hasta que con el tiempo, el sedentarismo y el confort, se fueron amariconando -hijo caballero, nieto pordiosero- y quedaron engullidos, como el resto de Grecia, por la creciente marea turca que había de culminar con la caída de Constantinopla.

Y ésa, colorín colorado, es la historia de los almogávares. Admitan que es una buena historia. Vive Dios. 


viernes, 10 de febrero de 2012

¿Por qué?

¿Por qué? Sí, ¿Por qué nuestros vecinos del norte tienen tanto odio a los deportistas españoles? Un odio quie intentan justificar alegando que los deportistas españoles "no ganan por casualidad" (frase textual). Atacan a Alberto Contador, como sabréis, recientemente sancionado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero también contra Rafael Nadal, uno de los buques insignias del deporte español. Y atacan contra Nadal sin argumento alguno, tan solo citando la frase que ya he citado antes. Esta campaña de desprestigio al deporte español ha sido encabezada por el Canal + francés, que ha emitido una serie de vídeos que aquí en España no han sentado muy bien.

Aquí los vídeos en cuestión:





Y buscando en internet, intentando averiguar de donde puede venir ese odio hacia el deporte español he dado con la siguiente viñeta que lo explica todo:

Foto: cuantocabron.com


Y una vez desahogado... la semana que viene vuelven las cápsulas de historia de España. Gracias por leerme.

martes, 7 de febrero de 2012

¿Sabías que…

Enrique I de Castilla (1217) murió golpeado por una teja desprendida de un tejado cuando dos mancebos se asomaron para verle marchar?

Felipe I de Castilla, el Hermoso (1506), murió por beber demasiada agua fría nada más terminar un partido de pelota?

Felipe II de España, el Prudente (1598), falleció por una infestación masiva de piojos (pediculosis)?

Fernando VI de España, el Prudente (1759), murió por un cólico, sentado en la taza del retrete?

Ésta entrada la he sacado del blog “La curiosidad mató al hombre”. Su artículo es muchísimo más extenso e interesante. Yo solo he rescatado los protagonistas españoles de su lista de “muertes absurdas”.

viernes, 3 de febrero de 2012

Alhucemas: El primer desembarco moderno de la historia

Ya hemos visto en esta bitácora cual fue el segundo mayor desembarco de tropas de la historia, y hoy os traigo el primer desembarco aeronaval de la historia, el desembarco de Alhucemas.

Imagen del desembarco de Alhucemas.
Fue la primera vez en la historia mundial que fuerzas navales, terrestres y aéreas actuaron bajo un mismo mando, el del General Miguel Primo de Rivera. También se utilizaron por primera vez carros de combate en un desembarco. Sucedió el 8 de septiembre de 1925, en el marco de la Guerra del Rif.

En la operación colaboró, ligeramente, Francia, afectada también por las rebeliones rifeñas, aportando algunas embarcaciones y una escuadrilla de bombarderos.

Abd el-Krim, líder
de los insurrectos.
Tras preparar el terreno con la artillería de los buques y aviones españoles (que volaban tan bajo que recibieron numerosos impactos de bala) comenzó el desembarco de tropas terrestres en las playas de la Cebadilla y de Ixdain, pero con problemas. Los hombres que desembarcaron en la Cebadilla tuvieron que hacer frente a una playa plagada de minas y quienes lo hicieron en la playa de Ixdain tuvieron serios problemas puesto que las corrientes y la incesante actividad de la artillería enemiga les impedía llegar a tierra, pero los legionarios que llenaban las barcazas, al mando del entonces coronel Francisco Franco, saltaron y, con el agua cubriéndoles casi por completo, completaron la distancia hasta la costa.

Al cabo de dos oleadas 9.000 soldados españoles tomaron Alhucemas. Al terminar el día se desplegaron en la zona un total de 13.000 hombres.

Esta batalla supuso el final de la Guerra del Rif (o Guerra de Marruecos), después de más de 15 años de conflicto.

FT-17 del Ejército Español, modelo que participó en el desembarco.

El general estadounidense Eisenhower se basó en el desembarco español de Alhucemas para planear el de Normandía (El más grande de la historia, delante del de Cartagena de Indias) durante la Segunda Guerra Mundial.

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