En unas fechas tan señaladas como las que acabamos de pasar, viene al caso esta historia sobre la primera construcción europea en América. A continuación comprobaréis el porqué.
El 3 de agosto de 1492 parte de Palos de la Frontera
(Huelva) una expedición, cuya financiación costó mucho conseguir, comandada por Cristóbal
Colón y formada por tres barcos: La Pinta, La Niña y la Santa María. Dos
carabelas y una nao. Su objetivo era el de encontrar una ruta hacia las Indias para
poder competir con la que habían descubierto los portugueses, bordeando el
continente africano. Pero como ya sabéis el resultado fue otro, el
descubrimiento de un nuevo continente, de un Nuevo Mundo.
Pero no me voy a extender sobre los descubrimientos o el
desarrollo de este primer viaje de Colón, como es habitual voy a ir a un hecho en concreto.
El 12 de octubre, tras dos meses de navegación, la flota
divisó tierra, la isla de Guanahaní. Tras pisar tierra americana por primera
vez continuaron su viaje de exploración por el Caribe descubriendo nuevas y más
grandes islas.
El día de Nochebuena la nao Santa María encalla junto a la
costa norte de lo que hoy es Haití y reciben ayuda de los indígenas para
rescatar los restos de la nave, ya inservible. Los aborígenes, que recibieron a los españoles como enviados del cielo, hicieron entender
a Colón que precisaban de protección contra Caonabo, líder
de una tribu caníbal de la isla.
Así pues Colón tendría dos motivos para colonizar esas
tierras. Por un lado proteger a la tribu del líder Guacanagari de los caníbales,
y por otro la voluntad de Dios, que al hundir la Santa María junto a esas
costas un día de Nochebuena fue interpretado como una señal para establecerse
en la isla.
Los españoles se dispusieron a construir la
primera edificación en suelo americano por parte de europeos. Con los restos de
madera de la Santa María encallada se erigió un campamento cuyo nombre no podía
ser otro que el de Fuerte Navidad.
En Fuerte Navidad quedaron 39 hombres armados y con reservas
de alimentos para un año, tiempo en el que Colón estimaba regresar de España
tras dar novedades a los Reyes Católicos. Pero cuando la segunda expedición española llegó a
La Española en noviembre de 1493 se encontraron el fuerte incendiado y todos
los españoles muertos, algunos ahorcados y crucificados. Al parecer el
comportamiento de estos hombres europeos no fue el adecuado. El oro y las
mujeres del lugar, que no usaban ropajes, fue su extravío. Además de que los nativos no aceptaban la presencia del hombre blanco en sus tierras.
Guacanagari, líder de la tribu que ayudó a Colón, hubo de
huir a las montañas por negarse a colaborar con otras tribus para expulsar a
los españoles. Además fue atacado y su poblado destruido. Este personaje ha dejado una frase para la posteridad, pues hoy
en día en la República Dominicana se dice que alguien tiene “complejo de Guacanagari”
cuando prefiere lo extranjero a lo autóctono.