sábado, 22 de diciembre de 2012

Felipe el Hermoso: Primer Habsburgo en España

Retrato de Felipe de Habsburgo.

Felipe de Habsburgo no era español, nació en Flandes en 1478. Era Duque de Borgoña y Archiduque de Austria, entre otros, pero su relación con España no llegó hasta 1496 cuando se casó con Juana de Castilla, (conocida como Juana la Loca), hija de los Reyes Católicos, quienes pactaron la boda con el padre de Felipe, Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio.

Así pues, con su matrimonio con la infanta Juana, Felipe introdujo en España la dinastía Habsburgo, que reinó hasta el año 1700, cuando murió Carlos II, último Habsburgo que ostentó el trono español (aunque no sería el último si contamos al Archiduque Carlos, quién luchó por el trono contra el Borbón Felipe V, pero ya nos estaríamos metiendo en la Guerra de Sucesión, y eso lo dejamos para otro día).

El apelativo de “el Hermoso” se lo dio el rey francés Luis XII en 1501, quien recibió a la pareja en la ciudad francesa de Blois, durante el viaje que hicieron desde Flandes con destino a Castilla, donde serían reconocidos como legítimos herederos de la corona castellana (tras la muerte de los dos infantes castellanos que tenían preferencia sobre el trono). El monarca francés al ver a Felipe dijo: “He aquí un hermoso príncipe”.

Felipe de Habsburgo y Juana de Castilla.
Aunque si observamos los retratos de Felipe no nos parezca tan “hermoso”, este apodo le pudo ser otorgado debido a que era un galán como mucho éxito entre las damas y muy ágil en los deportes y la caza. Lo que si afirman textos de la época es que era un joven “bien proporcionado”.

A la muerte de Isabel I en 1504, el trono de Castilla caería a manos de su hija Juana pero en su testamento la reina católica había hecho constar que la corona la mantendría Fernando II de Aragón en el caso de que Juana "no quiera o no pueda entender en la gobernación", o sea, que no estuviera en sus cabales.

Por este hecho Felipe de Habsburgo y Fernando el Católico tendrían una seria disputa que pudo acabar en guerra, de no ser por la “retirada” del trono del rey aragonés. Convirtiéndose el noble flamenco en Felipe I de Castilla.

Su curiosa muerte ocurrió poco más de dos meses después de su coronación, en 1506, en Burgos, tras un partido de pelota. Sí, lo que hoy conocemos como pelota vasca. Al parecer, tras acabar el partido Felipe bebió agua fría que, al estar aún sudando, le provocó una fiebre que acabó con su vida, cuando contaba con 28 años de edad. Aunque otra teoría apunta a que la fiebre fue provocada por la peste.

Tras el fallecimiento de Felipe el Hermoso su hijo Carlos pasó a ser el rey de España. Carlos I de España y V de Alemania. 
Escudo de armas de Felipe el Hermoso
(tras su matrimonio con Juana).

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Españoles en Escocia y el fantasma de Eilean Donan


No os dejéis engañar por el título de esta cápsula de historia, lo que voy a relatar a continuación no es la crónica de una guerra hispano-escocesa, más bien todo lo contrario.

Castillo de Eilean Donan.
En 1717, dos años después de la firma del Tratado de Utrech, en el que España perdió muchas de sus posesiones europeas (Países Bajos, Milán, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Gibraltar y Menorca), se inició la Guerra de la Cuádruple Alianza, un conflicto que enfrentaba a Reino Unido, Francia, el Sacro Imperio, Países Bajos y Sicilia contra España.

España quería recuperar el papel de primera potencia mundial, pero para entonces el Reino Unido poseía la armada más potente de toda Europa, así que combatirlos en mar no era lo más apropiado. El plan del cardenal Giulio Alberoni, consejero del rey español Felipe V, era el de llevar la batalla a terreno británico. De esta forma aprovecharían la guerra civil en la que estaba inmersa Gran Bretaña debido a, por un lado, la luchar por la corona de partidarios de un rey católico y los de uno protestante y, por otro, por el conflicto con independentistas escoceses.

El papel de España en esa guerra civil que azotaba al país británico era el de apoyar a los nacionalistas escoceses y a los ingleses jacobitas (partidarios del rey católico Jacobo III).

Escocia vista con Google Earth. La "x" amarilla marca
la ubicación del castillo de Eilean Donan.
Para ello se desplazó una pequeña fuerza de poco más de trescientos infantes de marina españoles al noroeste de Escocia, los cuales se apoderaron del castillo de Eilean Donan, sito en un islote del lago Duich, donde se reunieron con varios cientos de escoceses.

El objetivo de esta ocupación era doble, incitar al levantamiento a distintos clanes de la zona y desplazar al ejército británico hasta esas tierras y facilitar una invasión española al sur de Gran Bretaña.

Pero la flota española nunca llegó a suelo inglés, una tormenta la “atacó” antes de abandonar aguas nacionales, cerca de la costa gallega, e inutilizó la mayoría de los navíos. Esta armada sufrió una suerte similar a la de la Armada Invencible.

Y en cuanto a los soldados españoles la fortuna tampoco les sonrió. No lograron mucho éxito entre los clanes cercanos, desconfiados de enfrentarse a los poderosos ingleses, y mucho menos sin tener noticias antes del desembarco español en el sur. Así pues cincuenta hombres se quedaron guarneciendo el castillo y el resto, junto con entre 700 y 800 escoceses de distintos clanes, se dirigieron hacia el sur, ocupando distintas poblaciones.

Su aventura acabó en la batalla de Glen Shiel, el 10 de junio de 1719, cuando se enfrentaron a tropas inglesas. Los escoceses, mal preparados, huyeron tras varios ataques de artillería. Los españoles, solos, aguantaron hasta que comprendieron que era inútil seguir luchando.

En cuanto al castillo, varias naves inglesas ya lo habían bombardeado hasta reducirlo a un puñado de escombros. Murieron muchos de sus defensores: españoles, escoceses e ingleses (partidarios de Jacobo III Estuardo, último rey católico inglés). El resto fueron capturados y corrieron distinta suerte, los españoles encarcelados y los británicos fusilados por traición.

Castillo de Eilean Donan, rodeado por el lago Duich.

Pero hubo un soldado español que hasta el último momento se negó a abandonar el castillo, un capitán de navío que decidió perecer entre esos muros escoceses. Existe una leyenda en el lugar, confirmada por decenas de personas, que dice que el fantasma de ese soldado español se pasea por el castillo (ya reconstruido) y que gusta de gastar bromas y juguetear con sus muchos visitantes, con excepción de los turistas españoles, a los que les permite recorrer las distintas dependencias de la fortaleza sin molestia alguna. Casualmente, este último dato lo he leído en una página de una agencia de viajes que organiza escapadas a Escocia…

Además, de lo más interesante de la batalla de Glen Shiel es que ha sido la última vez en la historia que los británicos se enfrentan cuerpo a cuerpo en su territorio contra una fuerza extranjera.

Y ya sabéis, errores, dudas, aclaraciones... corregidme si me equivoco.

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