No os dejéis engañar por el título de esta cápsula de
historia, lo que voy a relatar a continuación no es la crónica de una guerra
hispano-escocesa, más bien todo lo contrario.
Castillo de Eilean Donan. |
En 1717, dos años después de la firma del Tratado de Utrech,
en el que España perdió muchas de sus posesiones europeas (Países Bajos, Milán, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Gibraltar y
Menorca), se inició la Guerra
de la Cuádruple Alianza, un conflicto que enfrentaba a Reino Unido, Francia, el
Sacro Imperio, Países Bajos y Sicilia contra España.
España quería recuperar el papel de primera potencia mundial, pero para entonces el Reino Unido poseía la armada más potente de
toda Europa, así que combatirlos en mar no era lo más apropiado. El plan
del cardenal Giulio Alberoni, consejero del rey español Felipe V, era el de
llevar la batalla a terreno británico. De esta forma aprovecharían la guerra
civil en la que estaba inmersa Gran Bretaña debido a, por un lado, la luchar
por la corona de partidarios de un rey católico y los de uno protestante y, por otro, por el conflicto con independentistas escoceses.
El papel de España en esa guerra civil que azotaba al país británico era el de apoyar a los nacionalistas escoceses y a los ingleses jacobitas (partidarios del rey católico Jacobo III).
Escocia vista con Google Earth. La "x" amarilla marca la ubicación del castillo de Eilean Donan. |
Para ello se desplazó una pequeña fuerza de poco más de trescientos
infantes de marina españoles al noroeste de Escocia, los cuales se apoderaron del
castillo de Eilean Donan, sito en un islote del lago Duich, donde se reunieron con varios cientos de escoceses.
El objetivo de esta ocupación era doble, incitar al levantamiento a distintos
clanes de la zona y desplazar al ejército británico hasta esas tierras y
facilitar una invasión española al sur de Gran Bretaña.
Pero la flota española nunca llegó a suelo inglés, una
tormenta la “atacó” antes de abandonar aguas nacionales, cerca de la costa
gallega, e inutilizó la mayoría de los navíos. Esta armada sufrió una suerte similar a la de la Armada Invencible.
Y en cuanto a los soldados españoles la fortuna tampoco les sonrió. No lograron mucho éxito entre los
clanes cercanos, desconfiados de enfrentarse a los poderosos ingleses, y mucho
menos sin tener noticias antes del desembarco español en el sur. Así pues cincuenta hombres se quedaron guarneciendo el castillo y el resto, junto con entre 700 y 800 escoceses de distintos clanes, se dirigieron hacia el sur, ocupando distintas poblaciones.
Su aventura acabó en la batalla de Glen Shiel, el 10 de
junio de 1719, cuando se enfrentaron a tropas inglesas. Los escoceses, mal preparados, huyeron tras varios ataques de artillería. Los españoles, solos, aguantaron hasta que comprendieron que era inútil seguir luchando.
En cuanto al castillo, varias naves inglesas ya lo habían bombardeado hasta
reducirlo a un puñado de escombros. Murieron muchos de sus defensores:
españoles, escoceses e ingleses (partidarios de Jacobo III Estuardo, último rey
católico inglés). El resto fueron capturados y corrieron distinta suerte, los
españoles encarcelados y los británicos fusilados por traición.
Castillo de Eilean Donan, rodeado por el lago Duich. |
Pero hubo un soldado español que hasta el último momento se
negó a abandonar el castillo, un capitán de navío que decidió perecer entre
esos muros escoceses. Existe una leyenda en el lugar, confirmada por decenas de
personas, que dice que el fantasma de ese soldado español se pasea por el
castillo (ya reconstruido) y que gusta de gastar bromas y juguetear con sus
muchos visitantes, con excepción de los turistas españoles, a los que les
permite recorrer las distintas dependencias de la fortaleza sin molestia
alguna. Casualmente, este último dato lo he leído en una página de una agencia de viajes que organiza escapadas a Escocia…
Además, de lo más interesante de la batalla de Glen Shiel es
que ha sido la última vez en la historia que los británicos se enfrentan cuerpo
a cuerpo en su territorio contra una fuerza extranjera.
Y ya sabéis, errores, dudas, aclaraciones... corregidme si me equivoco.
Y he de añadir que el fantasma español se llama Carlos, o así le llamaron los guías cuando visité Eilean Donan.
ResponderEliminarUn buena entrada.
¿Viste el fantasma o te dejó visitar el castillo tranquilamente? jejeje.
EliminarTú que has estado allí quizás tengas algo que añadir al artículo, quizás algo que viste o que te contaran los guías, ¿algo?.
Añadir que concretamente es gallego ya que eran 300 gallegos del batallón Galicia los que tomaron ese castillo
EliminarA nosotros nos dejó tranquilos, la verdad. Tan sólo añadir que la orografía en Glen Shield era endemoniada, y que el ahora llamado paso de los españoles habría sido un lugar bastante defendible e incluso adecuado para una guerra de guerrillas, pero los escoceses no son españoles y cedieron al poco de empezar la batalla. Los españoles se quedaron unas horas más, hasta que no hubo nada que hacer.
ResponderEliminarEl castillo era perfecto para esperar la llegada de la flota española, pero penoso para resistir un ataque artillado desde el agua. Pudieron bombardearlo a placer sin recibir un sólo disparo. Ahí no hubo batalla, no como en el valle, tan sólo carnicería.
Un saludo.
Pues habrá que visitarlo, por o menos fue un español de los pies a la cabeza.
ResponderEliminarDesde luego esa "X" amarilla la tengo puesta en mi bloc de notas por si voy a Escocia.
ResponderEliminarGrandisima entrada.
Pues sí, querido amigo, que lo han tenido siempre difícil las escuadras españolas en tratándose de la Pérfida Albión; y es que tampoco ayudan muchos los peligros del mar de nuestras costas cuyos rigores conocemos aún hoy con las fuertes borrascas y los temporales.
ResponderEliminarMuy interesante el misterio del "fantasma español" que se sabe comportar con las visitas de compatriotas.
Excelente cápsula, querido Viriato, y mil bicos.
Si que lo hemos tenido difícil en territorio británico, primero una tempestad hiere de gravedad a la gran armada de Felipe II, y esta vez, de nuevo, las condiciones meteorológicas salvan Inglaterra.
EliminarY lo del fantasma español, pues tiene su gracia, es una anécdota más que en manos de las agencias de viaje hace todavía más suculento una escapada a Escocia (si no lo fuere ya por sus preciosos paisajes).
DORAMAS y Miguel Ángel, yo opino como vosotros, si algún día visito Escocia he de pasar por Eilan Donan.
ResponderEliminarYo estuve allí , y los guías del castillo se ocupan de contarte la leyenda, y si te identificas como español se les ilumina la cara y te tratan como si fueras descendiente del capitán español. Están muy orgullosos de el . La gente de la zona trata a los turistas españoles con cierta deferencia , algo así como sí fuéramos parientes lejanos. Es muy curioso
ResponderEliminarConociendo esta información dan ganas de visitar la zona.
EliminarYo estuve allí , y los guías del castillo se ocupan de contarte la leyenda, y si te identificas como español se les ilumina la cara y te tratan como si fueras descendiente del capitán español. Están muy orgullosos de el . La gente de la zona trata a los turistas españoles con cierta deferencia , algo así como sí fuéramos parientes lejanos. Es muy curioso
ResponderEliminarSi se me permite, me gustaría aportar una pequeña anécdota personal: visité Eilean Donan por primera vez en junio del 2009. Soy aficionado a la música tradicional y toco, mas mal que bien, la gaita de Zamora, la gaita "de fole", que decimos por aquí, mas arcaica y voluminosa que la gallega o la asturiana. Como en otras ocasiones, en Eilean Donan llevaba mi gaita desmontada, en una mochila. Cuando vi el fiordo en el que esta ese castillo, no pude resitirme a comprobar la acustica del lugar, así que, en el adarve sobre la puerta, monté la gaita y me puse a tocar. Al momento apareció un escoces como de dos metros, de unos sesenta años, pelo cortado a cepillo y enorme mostacho, vestido con panalones de tartan... La viva imagen de un Sargento Mayor de los Royal Highlanders... Me preguntó de malos modos qué hacía allí, y yo, con mas miedo que vergüeza, no se me ocurrió otra cosa que decir que estaba tocando en honor de los soldados españoles muertos en Eilean Donan. El escocés dió un paso atrás, se cuadró y saludó miliarmente y no permitió que saliera al adarve ningun turista hasta que yo, mas nervioso que un flan, acabé de tocar..
ResponderEliminar¡Que gran historia! Qué bien pudiste salir de la situación y cuan respetuoso se mostró aquel escocés. Muchas gracias por compartir esta anécdota en mi bitácora.
EliminarSaludos.
Jajaja que buena anécdota,tuviste que alucinar jajaja
EliminarInteresantísimo! Por un momento he recordado a Francisco de Cuellar...
ResponderEliminarSe podría escribir mucho de Cuéllar http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Cu%C3%A9llar
EliminarQué curioso que se le haya olvidado mencionar que se trataba del Regimiento de Galicia.
ResponderEliminarYo diría que eran del Regimiento de la Corona
EliminarConcretamente gallego, ya que fueron 300 gallegos del batallón Galicia los que tomaron el castillo
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