lunes, 17 de septiembre de 2012

Cipriano Barace y el ganado en la selva

Representación del martirio al
misionero Cipriano Barace.
Para quien me siga en twitter sabrá que, bastante a menudo, publico "tuits" con efemérides. Y ha sido haciendo esto cuando me he topado con una de esas cientos de personas que, desde finales del siglo XV, se fueron a "hacer las Américas".

En 1641 nace en Isaba (Navarra) Cipriano Barace. Su clara vocación religiosa le llevó a ingresar en la orden de los Jesuitas.

Se embarcó voluntariamente para acudir al Perú, desde donde partiría para realizar tareas evangelizadoras. Se le encomendó la tarea de explorar territorios de la actual Bolivia.

En 1682 fundó la población de Loreto, habitada por indios "moxos". Con el paso de los años siguió estableciendo varios poblados (fundó Trinidad en 1687), evangelizando (bautizó a más de 10.000 indios) y enseñando a los nativos americanos diversos oficios como albañilería, agricultura, construcción...

Pero su acción más conocida (o la que más me ha llamado la atención) fue la de introducir la ganadería en esa zona, el Alto Perú, actual estado boliviano del Beni. La labor que se propuso no era fácil, acarrear reses hasta allí era complicado.

Pidió limosna a los españoles, la suficiente para reunir varios centenares de animales, y se dispuso a conducirlos hasta Loreto y Trinidad. Recorrió más de 500 kilómetros, a través de bosques, selvas y terrenos pantanosos, pero llegó, completamente extenuado tras más de cincuenta días de marcha, pero llegó. Como es de esperar la mayoría de las cabezas de ganado se quedaron por el camino, seguramente alimentaran a la propia expedición. El jesuita entro a Loreto a lomos del toro que guiaba la manada.

Monumento en Bolivia en honor al jesuita Barace.
Gracias a la aventura del padre Barace los indios "moxos" aprendieron el arte de la ganadería y mejoraron en el arte de la agricultura.

El 16 de septiembre de 1702 un grupo de indios atacó a Cipriano Barace y su séquito mientras cruzaban una zona pantanosa. El jesuita fue herido por varias flechas y un indio le golpeó mortalmente en la cabeza con una macana (una especie de garrote), a la vez que le arrebataba el crucifijo que portaba.

A día de hoy, más de tres siglos más tarde, la senda que utilizó el jesuita para su tarea de guiar al ganado hasta los "moxos" es conocida como "Camino Barace".

Y en Trinidad (Bolivia) una avenida lleva el nombre de Cipriano Barace, donde hay un monumento en honor del misionero navarro. Además, en San Ignacio de Moxos (a setenta kilómetros de Trinidad), existe una parroquia jesuita con un museo en el que se conserva una costilla del padre Barace.

9 comentarios:

  1. Buenas Viriato.

    Una de esas anécdotas que aplacan la falsa mitología que existe acerca de nuestro papel, a veces tildado de genocida, en América. Gracias por cultivar mi intelecto con historias como ésta y mostrarnos cuánto de mitología tienen aquellas falacias.

    Un saludo.

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    1. Fueron muchos los misioneros que se implicaron en "ayudar" a los indios. Y digo "ayudar" entre comillas porque a día de hoy no se ve como una ayuda imponer tu lengua y religión a otra cultura, pero eran otros tiempos, y haciéndonos una idea de la época si podemos calificar a estos personajes de grandes benefactores.

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  2. Ya se que me repito, pero esta gesta la hace un americano en el Oeste y tenemos sesenta películas contándolo.

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    1. Me temo que yo también me repito mucho en este aspecto... pero es que hay tantas historias de las que se podría sacar un buen guión de Hollywood. Y voy a ir a lo fácil... ¿qué mejor que una peli sobre la batalla de Cartagena de Indias?

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    2. Jeje, has tocado un tema que es mi debilidad, la tuya y la de un montón de gente de bien de la blogsfera española. ¿A quien hay que escribir?

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  3. Pues fuera bromas, pero Blas de Lezo es un personaje muy desconocido a nivel internacional ( y aún más a nivel nacional) sino ya habría interesado la historia a más de un productor de cine, aunque quizás no a Tarantino o Spielberg...

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  4. LA GESTA DE CONVERSIÓN DE LOS HABITANTES DE MOXOS, Y DE TODO EL ORIENTE DE BOLIVIA, A CARGO DE LOS JESUÍTAS, HASTA HOY ES EL CIMIENTO DE UNA GIGANTESCA CANTERA DE CULTURA. LOS JESUÍTAS SACARON DE LA BARBARIE, INCLUIDO EL CANIBALISMO, A CIENTOS DE ETNIAS, Y MUCHOS DE ELLOS PAGARON CON SU VIDA. LA ORGANIZACIÓN JESUÍTA FUE UN BÁLSAMO DE PAZ, TRABAJO COMUNAL, ARTES, Y FE. AUNQUE PUEDA PARECER UNA INTROMISIÓN. COMO LOS JESUÍTAS NO PERMITÍAN QUE LOS ESPAÑOLES TENGAN ESCLAVOS, FUE QUE SE GENERÓ LA INFAME CONSPIRACIÓN LLAMADA EL EXTRAÑAMIENTO, QUE SACÓ A LA FUERZA A LOS JESUÍTAS QUEDANDO LOS NATIVOS A MANO DE LOS INESCRUPULOSOS CON DESBANDE GENERAL.

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    1. Los jesuitas han hecho mucho bien al mundo, eso es algo muy cierto y que no se debe olvidar. En relación con el tema, te recomiendo ver la película de La Misión (1986), con actores de gran prestigio como Robert DeNiro, Jeremy Irons o Liam Nesson. Es una verdadera obra maestra.

      Un saludo.

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    2. He visto la película un par de veces por televisión pero no llegué a coger la trama. Nunca la he visto completa, de principio a fin.

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