Usamos la frase "echar con cajas destempladas" cuando hablamos de expulsar a alguien de manera brusca.
El origen de esta frase se remonta al siglo XVI, época de los Tercios, y se refiere al momento en el que un soldado era degradado o expulsado de la unidad y también durante el trayecto hacia el lugar de ajusticiamiento, para quien hubiera cometido algún delito. Para ello se tocaban los tambores (también llamados cajas) de una forma característica, para lo que destensaban las cuerdas que sujetaban las pieles de la parte superior.
Fuente: 20minutos.
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