Al acabar la guerra Hispano-Estadounidense, ambos países firmaron el Tratado de París, en el que Estados Unidos se hacía con Cuba y Puerto Rico en América, y Filipinas y Guam en Asia. Lo único que España sacaba de provecho de este acuerdo eran 20 millones de dólares que debería pagar EE.UU.
Filipinas (izquierda), Islas Carolinas (abajo) e Islas Marianas (arriba derecha). |
Pero Filipinas y Guam no eran las únicas posesiones hispanas en el Sudeste Asiático, las Islas Carolinas y las Islas Marianas quedaron fuera del armisticio, por lo que continuaban siendo de soberanía española. Hablamos de decenas de islas. Pequeñas islas que, tras la pérdida de Filipinas, eran difíciles de controlar, defender y gobernar.
Nukuoro Atoll, ínsula circular de las Islas Carolinas. |
[Fernando de Magallanes descubrió las Islas Marianas en 1521 en nombre del Rey de España, desembarcando en Guam y bautizando el archipiélago como Islas de los Ladrones. Las Islas Carolinas no fueron pisadas por un Europeo hasta el 22 de agosto de 1526 cuando el español Toribio Alonso de Salazar las descubrió.]
España puso en venta ambos archipiélagos y el II Imperio Alemán se interesó sobremanera por ellas. Este interés venía de años atrás cuando los alemanes intentaron hacerse con ellas, teniendo que mediar el Papa León XIII y fallando a favor español.
Esta vez, de buenas maneras, Alemania se hizo con las islas, pagando una buena suma por ellas.
Aunque el Tratado Germano-Español es un gran desconocido ha influido en la neutralidad española en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Ya que una ocupación japonesa o estadounidense hubiera obligado a España, posiblemente, a entrar en el conflicto.
El 12 de febrero de 1899 se firmó el acuerdo de venta, que decía tal que así:
Moneda española con resello alemán. |
Disposición 1º: El Imperio Alemán reconocerá en dichas islas a las órdenes religiosas españolas los mismos derechos y las mismas libertades que reconozca á las misiones de las órdenes religiosas alemanas.
Disposición 2º: El Imperio Alemán dará al comercio y á los establecimientos agrícolas españoles el mismo trato y las mismas facilidades que dé en los referidos Archipiélagos á los establecimientos agrícolas y al comercio de súbditos alemanes.
Disposición 3º: España podrá establecer y conservar, aun en tiempos de guerra, un depósito de carbón para la Marina de guerra y mercantes en el Archipiélago de las Palaos y otro en el Archipiélago de las Marianas.
Disposición 4º: El Imperio Alemán indemnizará la cesión de los territorios supradichos mediante la suma de 25 millones de pesetas, que serán abonados a España.
Fuentes: Wikipedia y C.S. Peinado.
Sinceramente parece un buen negocio. En los tiempos de imperios mercantiles el poder negociar con tus ex-colonias con las mismas condiciones que la actual metrópoli era muy interesante. Buena entrada e interesante tratado.
ResponderEliminarUn saludo y nos seguimos leyendo.
Sí que era interesante. Además si no las hubiéramos vendido podríamos haberlas perdido en un par de décadas después.
ResponderEliminarBuenas Viriato.
ResponderEliminarPues una nueva anécdota que me resultaba desconocida. Particularmente interesante es el papel de este acuerdo en la posición Española en la IGM. Por otro lado, resulta sorprendente a la luz de los modos americanos la cortesía desplegada por los alemanes para adherir territorios a su Imperio. Unos los forjaban a base de traición y maquinaciones y otros mediante el acuerdo de voluntades.
Un saludo
Muy interesante esta historia, Viriato. Coincido en que fue un buen negocio, al igual que coincido con Wittmann en la diferencia que existió en los métodos de unos (los EEUU) y los de los otros (los alemanes) en conseguir las islas.
ResponderEliminarPor otro lado, pasaba para informarte que ya está el ganador del premio "Saber una Historia". Cuando quieras pasa a ver los resultados.
Un Saludo.
Uriel
Wittmann, la verdad es que Alemania intentó hacerse con la islas tiempo atrás de malas maneras, pero no le salió bien, así que cuando se pusieron a la venta no se lo pensaron, y por las buenas sí.
ResponderEliminarMe alegro que te sirviera el artículo para la entrada. Si bien las Filipinas las perdimos, las otras islas las enajenamos lo mismo que todo el resto del Imperio. Si mal no recuerdo fueron veinte millones de dólares de los de la época lo que lso Yanquis nos dieron por la Perla del Caribe y el resto de trozos de nuestro maltrecho orgullo nacional.
ResponderEliminarUn saludazo.
Peinado, no es que tu artículo me sirviera, es que tu artículo me descubrió este tratado que desconocía.
ResponderEliminarY lo de la pasta sí, nos soltaron 20 millones de dólares.