viernes, 20 de abril de 2012

Incitatus, el caballo hispano de Calígula

Estatua equestre de Calígula.
Allá por el siglo I de nuestra era, el Imperio Romano importaba aproximadamente 10.000 caballos hispanos al año. Uno de esos caballos tuvo más lujos que miles de ciudadanos romanos.

El emperador romano Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula, mandó construir una caballeriza de mármol con pesebre de marfil para su caballo de carreras preferido: Incitatus (Impetuoso). Además el caballo tenía toda una casa-jardín, donde recibía a sus invitados, mandados por el Emperador, y 18 sirvientes a su cargo. Por si esto fuera poco Calígula quiso otorgar (aunque al parecer no llegó a hacerlo) a Incitatus el título de Cónsul de Bitinia (territorio al norte de Turquía).

La noche antes de cada carrera, el Emperador dormía junto a Incitatus y se ordenaba el silencio general en la ciudad, castigándose su incumplimiento con pena de muerte, asegurándose el correcto descanso del equino.

Pero a pesar de todos esos "cuidados", Incitatus perdió una carrera. A causa de ese "fracaso" su auriga fue castigado a morir de forma lenta y dolorosa.

5 comentarios:

  1. Impresionante lo de Incitatus. Ciertamente, lo de haberlo nombrado cónsul de Bitinia no es cierto, forma parte de una leyenda muy extendida por las fuentes clásicas de la época, sobre todo las que fueron escritas por los cónsules contemporáneos que se escandalizaban al ver la locura de su emperador. Si es probable que intentara nombrale cónsul, pero de ahí a que sus deseos se hicieran realidad....

    Ahora tenemos muchos Incitatus en esas mascotas de los ricos que suelen, incluso, ser las receptoras de millonarias herencias...locuras ha habido siempre ¿no crees??

    Un saludo!

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    1. Pues gracias por la aclaración, leí en wikipedia que lo nombró cónsul probablemente para demostrar su desprecio hacia los senadores.

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  2. Querido Viriato, comparto por completo la opinión de nuestra común amiga Coral; el historiador Suetonio, aficionado a los cotilleos, escribe en su biografía de Calígula tanto sólo que "hasta se dice que le destinaba el consulado", pero sin referencia a que se lo hubiese concedido; se trataría posiblemente de una amenaza con la que herir el orgullo de los senadores y humillarlos, haciéndoles ver en que baja estima les tenía. Sí hace Suetonio referencia a todos esos lujos de los que el emperador rodeó a su amado caballo, al que el día antes de que compitiese en las carreras del circo rodeaba de un silencio tal que nadie se atreviese a turbar, bajo el control de soldados destacados a tal efecto.
    Amadísimo por los leales soldados de su padre Germánico, habría podido ser Calígula un gran emperador pero la locura se cruzó en su camino y lo convirtió en un ser abominable.
    Estupenda entrada, amigo mío.
    Mil bicos.

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    1. He modificado un poco del artículo y el título sobre el tema del consulado.

      Aunque el nombrarle cónsul tampoco me parecía tan descabellado, conociendo la suerte de otro animal contemporáneo, la mosca de Virgilio: http://eldelyayo.blogspot.com.es/2011/09/la-mosca-de-virgilio.html

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  3. Sin dudas la historia de Incitatus es muy curiosa y llamativa. Fue uno de los pocos que logro ganarse el amor de Calígula, quien (como sabemos) no se destacaba por ser amable y amoroso... De cualquier manera, creo que los cuidados del emperador Julio-Claudio fueron algo exagerados para un simple caballo... Pero que decir, se ve que canalizo todo ese amor que tenía y no otorgaba en cuidar a su animal preferido, al menos esto no lo iba a traicionar.
    Un saludo
    Uriel

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