El 23 de octubre de 1702 se libró en la Ría de Vigo la Batalla de Rande (o batalla de Vigo), parte de la Guerra de sucesión española.
El 22 de septiembre galeones de carga españoles que portaban abundantes riquezas de tierras americanas, por valor de más de 50.000 millones de euros al cambio actual, arribaron al puerto de Vigo, escoltados por buques de guerra franceses.
Pintura que representa la Batalla de Rande (o batalla de Vigo) |
Aún quedaban tesoros en el interior de los navíos españoles cuando una flota anglo-holandesa descubrió su situación. La ría no poseía defensas suficientes para repeler el ataque de tal flota, compuesta por más de 150 barcos. Las fortalezas de Rande y de Cordeiro iban a ser el único apoyo de los buques franceses para resistir el asalto. Se colocaron cadenas cruzando la ría para evitar el paso de la armada enemiga, pero los anglo-holandeses desembarcaron, y con 13.500 hombres se dispusieron a la toma de los fortines españoles, defendidos por aproximadamente 800 marineros (entre españoles y franceses). La superioridad numérica pronto decidió la victoria inglesa.
Una vez tomados los castillos de defensa gallegos, con cuya artillería apoyarían desde tierra su ataque, y retiradas las cadenas que impedían el paso de la gran armada atacante, nada pudo evitar su victoria. Remontaron la ría y atacaron la escolta francesa (20 barcos), que, además de encontrarse en inferioridad numérica, estaba mal dispuesta para el combate.
Antes de que la escuadra anglo-neerlandesa apresara las naves de carga, Manuel de Velasco y Tejada (Almirante al mando de los galeones españoles) ordenó el hundimiento de sus galeones para evitar que cayeran en manos enemigas. Solo una de las embarcaciones españolas llegó a ser capturada, pero se hundió a la altura de las Islas Cíes.
La victoria inglesa en esta batalla hizo que Londres tuviera una calle con su nombre: Vigo Street. Que aún hoy conserva tal nombre.
Cartel de la calle Vigo, en Londres. |
¡Que vergonzosa fue esa guerra! Franceses, holandeses e ingleses repartiéndose el botín español. Por no hblar de las secuelas "territoriales" que dejó esa guerra.
ResponderEliminarSaludos y nos seguimos leyendo.
Al menos el oro de Rande se quedó ahí, en Rande, bajo el puente que lleva hoy su nombre y en la fangosa extensión que llega hasta la ensenada de San Simón. Por lo demás tiene razón Memoria residual, una guerra vergonzosa en la que España acentuaba su caida empezada con el reinado de Felipe IV y que acabaría con la intervención de Inglaterra, la masonería y la independencia en los albores del XIX.
ResponderEliminarUn saludazo.
Menudas fatigitas pasarían en tal día. ¿Que fue del oro?. Estuve en las islas Cies varias veces y un amigo perdió el velero cerca de la playa de los americanos,claro que este venia cargado de tabaco yanqui.
ResponderEliminarSaluditos.
Estimado Viriato, en el año 2006 el joven escritor pontevedrés Yago Abilleira publicó un libro sobre el oro de Rande muy interesante, apadrinado por Antonio de la Peña, arqueólogo y Conservador de Fondos Arqueológicos del Museo Provincial de Pontevedra; lleva por título "Los galeones de Vigo" y en él el autor afirma que el fabuloso tesoro que guardarían las aguas de la ría de Vigo en realidad no existe, porque, siempre según sus palabras, antes del combate fueron desembarcadas casi 400 toneladas de plata que tuvieron destinos diversos. Te dejo aquí la reseña que ofreció en su día el periódico "La Voz de Galicia":
ResponderEliminarhttp://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2006/01/07/4401308.shtml
¡Lástima de una maravillosa leyenda, si al final tiene razón Abilleira en su libro!
Mil saludos
Vamos por partes, Yayo, en efecto, menudas secuelas nos dejó, y seguimos teniendo.
ResponderEliminarPeinado y Zorrete, en cuanto al oro (no solo había oro, riquezas en general. Un botín que llevaban 3 años reuniendo) se supone que no hay ningún tesoro hundido, como apunta profedegriego.
Al parecer comenzaron descargando lo más valioso de los navíos y cuando los ingleses llegaron lo más importante ya estaba en tierra. El destino de todos esos tesoros debió de ser cargado en bueyes y trasladado a Madrid.
Buenas Viriato.
ResponderEliminarLo curioso (o no tanto) es que los franceses y sus penosas artes militares nos perjudicaron. Otra vez. Desconocía la anécdota de la calle con el nombre de la ciudad de Vigo; me la apunto.
Por otro lado, siempre me ha inquietado, al pasar por el puente que lleva el nombre de esta batalla, el hecho de qué pudiera haber visto desde él de haber existido (tanto el puente como yo) 300 años antes. Lo de los tesoros que pueda haber desde allí esparcidos hasta la isla de San Simón o las Cíes me parece un recurso al morbo fácil. Para mi gusto, lo antológico está en la resistencia que siempre ofrecieron los españoles aun a pesar de sus débiles defensas y de contar con el lastre francés.
Un saludo.